El poker es resignación y, quien aún no lo sepa, creo que debería de ir haciéndose a la idea...
Resignación, primero, ante los demás, los comentarios de estos, la incompresión de muchos y la pasión de otros. Segundo, resignación ante tus propias posibilidades, ante tu mediocridad y la paciencia que necesitas para avanzar tan solo un micro-paso. Tercero, ante cada una de las jugadas que te esperan, ante cada villano que se sienta contigo en la mesa, hacia cada badbeat y cada "pago por si sale" y un millón de cosas similares... dicen, que al final, a la larga, dicha resignación da sus frutos y te compensa y, así, todos los "jugadores" esperamos impacientes, con resignación, que el momento llegue y nos deje entreveer el por qué de nuestro placer por jugar los naipes.
Hablo de todo esto como introducción de la última semana en el mundillo online de este gran... "placer del naipe", digámoslo así. Gracias a que ahora tengo mas tiempo libre y esas cosas, me he decidido a establecerme un "planning" que llevo a cabo desde hace escasas dos semanas.
Resulta que, hace unos días (mas o menos esos), me propusieron jugar en una sala llamada "NordicBet". No me pareció nada mal... por probar...